La Unión Europea define la responsabilidad social de las empresas (RSE) como la “integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus stakeholders (grupos de interés) “. Para lograrlo, resulta básica la comunicación de las estrategias de responsabilidad social y así poder conseguir un mayor éxito.
Como la gestión empresarial implica a muchos grupos de interés (empleados, proveedores, clientes, órganos de gestión y dirección, medios de comunicación, administración pública, colaboradores, sociedad , el entorno natural etc.) hace necesario que entre se cumplan unos requisitos mínimos de ética y diálogo.
Estos requisitostienen mucho que ver con la propia comunicación entre las organizaciones, la cuale se debe gestionar de forma integral y transversal para conseguir mejores resultados.
Está claro, y así lo demuestra nuestra experiencia, que una buena comunicación facilita la transparencia en las organizaciones comprometidas con la RSE, añadiendo valor a su compromiso. Sin duda, la comunicación es una de las mejores aliadas para lograr la confianza de nuestros grupos de interés y, por tanto, de la sociedad en general.